Un modelo de cercanía gubernamental
En un país donde muchas veces la burocracia parece diseñada para alejar al ciudadano del gobierno, iniciativas como las “Rutas de la Transformación” impulsadas por el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, representan un soplo de aire fresco en la relación entre las autoridades y las comunidades.
La región huasteca, históricamente olvidada por administraciones anteriores, ha sido testigo de un cambio significativo. Las “Rutas de la Transformación” no son solo un programa más: son un vehículo tangible que lleva servicios esenciales directamente a las comunidades. Esto no solo acerca a los habitantes a los trámites administrativos, sino que también ofrece algo mucho más valioso: dignidad y reconocimiento.
Carlos de la Cruz, uno de los beneficiarios del programa, no oculta su entusiasmo al relatar cómo pudo gestionar su acta de nacimiento sin necesidad de recorrer horas hasta el registro civil más cercano. Por su parte, Feliciana Pérez destaca la importancia de contar con asistencia médica a pocos pasos de su hogar, en una zona donde los servicios de salud solían ser un lujo distante.
La clave del éxito de este programa radica en su capacidad de escuchar y atender las necesidades reales de la gente. Menchaca ha logrado implementar un modelo que se aleja del tradicional enfoque centralizado para enfocarse en la descentralización efectiva. Esto, en una entidad con tantas zonas rurales, no es solo un acto administrativo: es un compromiso con la equidad.
Sin embargo, detrás de cada logro se encuentran desafíos importantes. Llevar estos servicios de manera constante y sostenible requerirá un equilibrio entre recursos humanos, tecnológicos y financieros. Además, no basta con resolver los problemas inmediatos; el verdadero reto está en garantizar que estas soluciones perduren más allá de la actual administración.
Este modelo podría ser replicado en otras regiones del país. Las necesidades de los ciudadanos no son exclusivas de Hidalgo: la falta de acceso a trámites básicos y servicios de salud es un problema recurrente en estados con alta marginación. Menchaca, sin duda, está marcando un precedente que muchos gobernantes deberían observar de cerca.
En un contexto nacional donde la palabra “transformación” se ha convertido en el eje de muchas políticas públicas, las “Rutas de la Transformación” de Hidalgo demuestran que la verdadera transformación comienza cuando el gobierno camina al ritmo de su gente y no la obliga a correr detrás de él.
El tiempo dirá si esta iniciativa logra consolidarse como un cambio estructural o si quedará como un buen experimento. Por ahora, la huasteca hidalguense puede celebrar que, al menos por un momento, ha dejado de ser una región olvidada para convertirse en el corazón de una estrategia que acerca al gobierno con sus ciudadanos.