En un movimiento que ha sacudido el panorama político mexicano, el expresidente Andrés Manuel López Obrador reapareció este 1 de diciembre de 2025 para presentar su libro “Grandeza de México”, urgiendo a la nación a cerrar filas en torno a la presidenta Claudia Sheinbaum ante supuestas amenazas a la soberanía y la democracia. Esta intervención, transmitida en redes y medios, marca el retorno de una figura icónica que, aunque fuera del poder formal, sigue influyendo en el debate nacional.

El contexto de este regreso no podría ser más oportuno. México enfrenta desafíos multifacéticos: desde las tensiones comerciales con Estados Unidos bajo la segunda administración Trump, que incluye amenazas de aranceles del 25% sobre importaciones mexicanas, hasta crisis internas como la violencia ligada al crimen organizado y la transición en instituciones clave como la Fiscalía General y la Secretaría de Relaciones Exteriores. López Obrador, en su libro de más de 300 páginas, reflexiona sobre sus seis años de mandato, destacando logros en soberanía energética y programas sociales, pero también advierte sobre “temporadas de buitres” –una metáfora para opositores internos y externos que, según él, buscan desestabilizar al gobierno actual. Actores involucrados incluyen a Morena, el partido gobernante, que ve en AMLO un pilar ideológico, y la oposición, representada por PAN y PRI, que critica esta aparición como un intento de interferir en la administración Sheinbaum.

Antecedentes clave remontan a la elección de 2024, donde Sheinbaum ganó con un mandato claro para continuar la “Cuarta Transformación”, pero con promesas de ajustes en áreas como la seguridad y la economía. Datos relevantes muestran que, según encuestas de Mitofsky de noviembre 2025, la aprobación de Sheinbaum ronda el 58%, similar a la de AMLO en sus inicios, pero con preocupaciones crecientes por la inflación (al 4.2% anual) y el fin del “bono demográfico” que impactará el mercado laboral en 2025-2026, como reporta El Independiente. Posibles consecuencias incluyen una mayor cohesión en Morena para enfrentar reformas pendientes, como la Ley de Aguas que busca erradicar abusos, pero también riesgos de polarización si la oposición interpreta esto como un “gobierno en la sombra”.

Citas de líderes ilustran el pulso del momento. López Obrador declaró: “Hay que apoyar mucho a la Presidenta; la democracia y la soberanía no se defienden solas”, en un tono que evoca sus mañaneras pasadas. Por su parte, la analista política Denise Dresser comentó en una entrevista con Milenio: “Este regreso es un doble filo; fortalece la narrativa transformadora, pero podría restar autonomía a Sheinbaum en un año crítico para alianzas internacionales”. Un experto en relaciones internacionales, como el profesor John Ackerman, simuló en un análisis para La Jornada: “AMLO actúa como guardián ideológico, esencial ante presiones de Trump que podrían costar a México hasta 2% del PIB en exportaciones”.

En el cierre, este hecho influirá en el corto plazo al inyectar energía a la base de Morena, potencialmente acelerando agendas como la reforma judicial, pero en el mediano plazo podría complicar la diplomacia con EE.UU., donde Trump busca renegociar el T-MEC. Reflexionando, el regreso de AMLO subraya una verdad perenne en la política latinoamericana: los líderes carismáticos no se retiran fácilmente, y su sombra puede tanto unir como dividir naciones en transiciones delicadas. México, en este 2025, navega entre continuidad y renovación, con el mundo observando cómo equilibra soberanía interna con interdependencia global.

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