En un movimiento que redefine las alianzas en América del Norte, los líderes de México y Canadá anunciaron este jueves un plan de acción bilateral para fortalecer sus lazos económicos y de seguridad, en respuesta directa a las amenazas de aranceles impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump. Esta iniciativa, firmada en el Palacio Nacional de Ciudad de México, surge como un escudo ante la incertidumbre comercial que ha marcado el segundo mandato de Trump, destacando la vulnerabilidad de la región ante políticas proteccionistas.

El contexto de este acuerdo es profundo y multifacético. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha intensificado su agenda de “América Primero”, imponiendo aranceles del 25% a importaciones de acero y automóviles de México y Canadá, argumentando desequilibrios comerciales y la necesidad de revitalizar la manufactura estadounidense. Estos gravámenes han generado pérdidas estimadas en miles de millones de dólares para ambos países, según datos del Banco Mundial, afectando cadenas de suministro integradas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), vigente desde 2020. México, con una economía altamente dependiente de las exportaciones a EE.UU. (alrededor del 80% de su comercio total), ha visto un impacto directo en sectores como la automotriz y la agricultura. Canadá, por su parte, enfrenta presiones similares en madera y energía.

Los actores clave en esta narrativa son la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo en octubre de 2024 como la primera mujer en liderar el país, y el primer ministro canadiense Mark Carney, exgobernador del Banco de Inglaterra, conocido por su expertise en finanzas globales. Su reunión en Ciudad de México no solo incluyó la firma del “Plan de Acción México-Canadá 2025-2028”, sino también visitas simbólicas, como la de Carney a un patio de trenes, subrayando la cooperación en infraestructura. Antecedentes como la revisión del USMCA en 2026 añaden urgencia: sin una respuesta unificada, el tratado podría colapsar, fragmentando la economía regional más grande del mundo, valorada en más de 25 billones de dólares.

En declaraciones durante la conferencia conjunta, Sheinbaum enfatizó: “No permitiremos que decisiones unilaterales socaven nuestra soberanía económica. Esta alianza con Canadá no es solo bilateral; es un mensaje al mundo sobre la resiliencia de las democracias ante el proteccionismo”. Carney, por su lado, agregó: “Enfrentamos un vecino impredecible, pero juntos podemos diversificar nuestros mercados y fortalecer nuestra cadena de suministro, desde minerales críticos hasta energías renovables”. Analistas como Susan Segal, del Council of the Americas, comentan que “este pacto podría servir de modelo para otros bloques, como la Unión Europea, en tiempos de guerras comerciales”.

Las posibles consecuencias son amplias. Económicamente, el plan promueve inversiones conjuntas en tecnología y energía limpia, potencialmente atrayendo capital de Asia y Europa para reducir la dependencia de EE.UU. Geopolíticamente, posiciona a México y Canadá como jugadores más autónomos, posiblemente influyendo en negociaciones con China o la India. Sin embargo, riesgos incluyen retaliaciones de Trump, como aranceles adicionales, que podrían elevar precios globales de bienes y exacerbar la inflación mundial, ya en 4.5% según el FMI.

En el corto plazo, este acuerdo podría estabilizar mercados volátiles, ofreciendo certidumbre a inversionistas y preservando empleos en la región. A mediano plazo, sin embargo, invita a una reflexión sobre el futuro del multilateralismo: ¿podrá Norteamérica evolucionar hacia un bloque más equilibrado, o las tensiones con EE.UU. acelerarán su fragmentación? En un mundo interconectado, esta alianza no solo defiende intereses nacionales, sino que resalta la importancia de la diplomacia colaborativa para navegar un panorama global cada vez más incierto. Con Trump al mando, el verdadero test será si esta “pinky-swear diplomacy”, como la llamó Politico, se traduce en resultados concretos o queda en retórica.

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